Las palabras que creí. Y lo real: la resistencia del tacto seco. Del verano al invierno, ¿qué cambió? ¿Dónde fui, que sigo aquí? El pecho grita. ¡Sien, respira! Las carcajadas se agolpan como un azote a plena luz del día. Recoger una cosecha a Sol puesto. Jamás llega a amanecer. Y que aún no deje de escocer la llaga de una resurrección. Que nunca en mí recaiga tu palabra.
Será que yo no, ya no.
Será éste un fin.
Será que yo no, ya no.
Será éste un fin.
3 comentarios:
No!
Sí.
Donde acaba una cosa... comienza otra diferente.
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