17 noviembre, 2013

Las flores (no marchitas)



Al despertarme esta mañana me he encontrado a mi madre en el baño, con las manos llenas de tierra. Van a arreglar la fachada del edificio y han obligado a todos los propietarios a quitar las plantas que tuvieran en los balcones. Después de la reforma, quizás no vuelva a tener arriate donde plantarlas, pero mi madre se ha negado a tirar las flores que adornaban los seis metros de terraza, y una por una las ha ido replantando en más de treinta macetas. "¿Y qué iba a hacer?", me ha dicho. Son sus flores. Y yo, sin contestar, he agradecido con todas mis fuerzas que mi raíz esté en esa forma de amar.



1 comentario:

Javier dijo...

Magnífico. Me han emocionado tus palabras